Próximo festivo en España, según el calendario laboral 2025
El calendario laboral de 2025 ya tiene marcada su próxima gran cita: el 1 de noviembre, Día de Todos los Santos, que este año caerá en sábado. Se trata de una de las fechas más señaladas dentro del calendario de festivos nacionales, con una fuerte tradición cultural y religiosa en todo el país. Aunque en muchas comunidades autónomas existen fiestas locales y regionales que colorean los meses, el Día de Todos los Santos es de carácter estatal, por lo que afecta a todas las regiones por igual.
El hecho de que en 2025 este festivo caiga en sábado genera sensaciones encontradas. Para algunos trabajadores, sobre todo los que no tienen jornada los fines de semana, la fecha puede pasar casi desapercibida. Sin embargo, para quienes sí trabajan los sábados o para aquellos que planean escapadas, la cita mantiene todo su atractivo. A diferencia de otros años en los que ha caído en viernes o lunes —dando pie a los famosos “puentes”—, esta vez no habrá prolongación del descanso laboral. Aun así, el 1 de noviembre conserva su carácter simbólico y cultural, ofreciendo una oportunidad para detenerse y reconectar con las costumbres más profundas del país.
El Día de Todos los Santos tiene una raíz muy marcada en la tradición católica. Es la jornada en la que las familias se acercan a los cementerios para rendir homenaje a sus difuntos, llevando flores y compartiendo momentos de recogimiento. A pesar del paso del tiempo y la secularización de la sociedad, sigue siendo uno de los rituales más presentes en la memoria colectiva. No importa si se vive en una gran ciudad como Madrid o Barcelona, o en un pequeño pueblo de provincias: el 1 de noviembre es sinónimo de visitas al camposanto, ofrendas florales y un recuerdo compartido hacia quienes ya no están.
Pero más allá del componente religioso, la fecha también se ha transformado en una ocasión para las tradiciones gastronómicas que varían según la región. En Madrid, por ejemplo, los huesos de santo —dulces elaborados de mazapán relleno de yema— se convierten en protagonistas de pastelerías y mesas familiares. En Cataluña y otras zonas del noreste, la costumbre son los panellets, pequeños bocados elaborados con piñones, almendras y coco, que suelen acompañarse con castañas y boniatos asados. Y en Galicia, el magosto es la fiesta popular por excelencia, con hogueras, vino joven y castañas como símbolo del inicio del otoño más profundo.
El contexto cultural del Día de Todos los Santos también se ha visto acompañado, en los últimos años, por la creciente influencia de Halloween, especialmente entre los más jóvenes. La noche del 31 de octubre ya no es solo víspera de una jornada de recogimiento, sino también una oportunidad para las fiestas temáticas, los disfraces y la diversión nocturna. Esta convivencia de lo tradicional con lo importado ha dado lugar a un contraste curioso: mientras el día se reserva para la familia y la memoria, la noche anterior es un terreno fértil para la vida nocturna y la celebración más desenfadada.
Que el festivo caiga en sábado también tiene un efecto en sectores como el turismo y la hostelería. Muchas familias aprovechan la jornada para realizar escapadas cortas a pueblos, destinos rurales o incluso para visitar lugares con cementerios monumentales, como el de Montjuïc en Barcelona o el de San Amaro en A Coruña. La gastronomía típica de la fecha impulsa el consumo en pastelerías y mercados, y la coincidencia con el otoño convierte la fecha en una excusa perfecta para disfrutar de paisajes teñidos de tonos ocres y temperaturas más suaves.
En definitiva, el 1 de noviembre de 2025 será una fecha marcada por la tradición y el simbolismo, aunque este año no venga acompañada de puente. Un sábado que se vivirá con intensidad en cada rincón de España, ya sea en la intimidad de los cementerios, en torno a una mesa con dulces típicos, o en las calles donde Halloween sigue sumando adeptos.